Ante lo
planteado en la ponencia de la compañera Angie Daniela Bernal Rico, quise
ubicar mi intervención haciendo énfasis en dos puntos que considero más
relevantes para dar inicio a la discusión.
1)La
ciencia como forma de poder
En el segundo punto de la ponencia
(conocimientos situados) Angie nos habla de como Haraway interpreta esta figura
retórica en la que caen los saberes científicos para codificarlos en una verdad
aceptada, es decir para enunciar al mundo un saber objetivo prácticamente
indiscutible; Sin embargo, creo que uno de los grandes riesgos al momento de intentar
universalizar el conocimiento es caer en lo que Haraway enuncia como
´´reduccionismo´´. Si bien el riesgo es adoptar estos discursos de poder que
eliminan a mí a parecer no solo los lenguajes e interpretaciones de culturas como
por ejemplo las nativas y ancestrales que no entran en sus ´´canones cognitivos´´
al tener una interpretación del mundo menos positivista, de tal manera creo que
lo preocupante en estas lógicas no es
solo la universalidad y el inminente exterminio de las subjetividades, sino el
poder de reconocimiento que le hemos dado a la ciencia, lo cual creo que ha
estado inmerso incluso en las dinámicas pedagógicas
de las instituciones educativas y en los modelos de formación con que se fomentan los ideales de valor productivo para una sociedad
globalizada.
2)La importancia del lenguaje
Ubicándome nuevamente en la segunda parte de la
ponencia, Angie cita a Haraway «lo que tiene la etiqueta de conocimiento es
controlado por los filósofos que codifican la ley del canon cognitivo»
(Haraway, p. 314). De manera paralela a lo que también plantea Haraway en el
texto, es el lenguaje el código -por decirlo así- o la herramienta fundamental
del filósofo para dar rienda suelta al conocimiento que desea intervenir o
exponer. En este sentido la importancia del lenguaje no se debe pensar
solamente como un artefacto de poder, al caer en el riesgo de adoctrinar un discurso,
es decir, como un arma de doble filo cuando es casi imposible que el lenguaje
escape de lo político. Sin embargo, en la ponencia se plantea el valor que se
le da a la objetividad en comparación al criterio subjetivo: ´´Se entiende el
saber objetivo como algo que se basa en hechos reales, en la lógica o en algo
que se puede probar y no en algo que se base en creencias propias, en las emociones,
sentimientos, en contextos específicos etc. Pues estos últimos permean todo de
subjetividad y pierden su validez. ´´. En este sentido ¿qué clase de valor le
otorgamos a las emociones?, al parecer los cánones cognitivos establecidos por
el ser humano, tienden a alejarse precisamente de eso que también nos hace
humanos, de lo que posibilita el arte y otros lenguajes emergentes, de acudir también
como dice Haraway a otras ´´tecnologías semióticas´´
a otras formas de representarse sin terminar desmembrado(a)s en el intento es decir,
sin poder reinventarse.
Sera
entonces que el abismo del que nos habla Haraway´´ entre lo que los científicos
dicen que hacen y lo que en verdad hacen´´ (Haraway, p. 314), ¿es la
imposibilidad de dar crédito a las emociones? Es decir, de poder comprender el
mundo desde nuestras afecciones y no desde lógicas universales ya validadas que
no encarnan nuestras preocupaciones y representaciones más íntimas en nuestra
vida diaria.
Bibliografia: D. Haraway, (1995). ciencia
cyborgs y mujeres. La reinvención de la naturaleza. Madrid:
Catedra
Me parece muy valioso que hayas seguido de cerca la ponencia.
ResponderBorrarGracias profe,me ha parecido un muy interesante ejercicio.
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